La Terapia Láser de Alta Potencia penetra en profundidad en los tejidos y acelera la regeneración celular mediante el aumento de energía disponible por estas.
Un corto tiempo de tratamiento gracias a la elevada potencia y la facilidad de aplicación, hacen de la Terapia K-Laser una herramienta ideal para tratar un gran número de patologías, buscando desde la bioestimulación de los tejidos dañados a proporcionar un alivio inmediato del dolor.
El láser se coloca en contacto con la piel de manera que la energía pueda penetrar el tejido, donde interactúa con una serie de moléculas dando lugar a la restauración del funcionamiento normal de la función celular. Este efecto también estimula el proceso natural de curación del cuerpo. En resumen, la energía de la luz se convierte en energía bioquímica.